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Monday, March 28, 2011

CAPITULO 3

La luz comienza a molestar lo ojos de Luka. Los contrae para poder seguir descansando, pero la intensa luminosidad parece no dar tregua en la confusa vista de la chica. Los abre con lentitud, pesan como piedras, pero al fin consigue vislumbrar algo.
Una habitación de color claro. Se le acelera el corazón; por fin lo ha conseguido. Tanto tiempo de sufrimiento. Tantas pruebas interminables, que por fin han servido de algo. Con su mano, se limpia las lagrimas involuntarias de la cara que se le han formado en su siesta, y se irgue de la camilla. Mira a su alrededor, sobrecogida.
Un blanco puro, purísimo, tanto que deslumbra, centellea por la habitación, y el sol que entra hace que el polvo que revolotea se convierta en purpurina. Una gran diferencia a su habitación anterior, gris y llena de manchas de manos  sucias intentando escapar de aquella prisión involuntaria.
Le cuesta respirar de la emoción. Las lagrimas amenazan con recorrer su cara de la felicidad.
De repente nota algo extraño en su cuerpo, algo que la recorre, como antes de desfallecer. Pero esta vez es distinto. No es una sensación de hormigueo. No, esto es como una nube cosquilleante que la llena de una sensación de pesadumbre, algo que hace que tenga ganas de destruir todo lo bello de la vida. Como si no valiera la pena vivir. Su cuerpo se envenena de rabia incontenible. Siente que se convierte en piedra, que se endurece. Sus músculos se fortalecen, como sus venas se llenan de furia
A través de el cristal de espejo, una pareja de científicos contempla con tranquilidad la horripilante transformación de la joven, a la que se le hincha la vena de la frente antes de atentar contra la camilla en la que estaba recostada hace unos momentos. El científico anota algo en su cuaderno con aire de inteligente, mientras su compañera se reajusta las gafas con dos dedos empujando el arco de metal sobre la nariz. 
-No sé por qué esto ya no me afecta tanto como antes- comenta la "bata-blanca" al hombre.
-Porque te acostumbras. Es normal.- dice él, mientras hace un breve dibujo de la escena: Luka ha destrozado la sábana, y partido por la mitad el colchón. Ahora llora desconsolada; no entiende nada de lo que pasa. ¿No estaba ya curada?
PROXIMO CAPÍTULO: 4 abril

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