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Monday, April 11, 2011

CAPITULO 5

Se arrepiente de no haber comido al final, pero su estomago está lleno de rabia por haber caído en una fantasía tan infantil. Sabía que su amor platónico nunca iba a llevar a nada, pero no podía quitarse a ese hombre de la cabeza desde hacia ya tanto tiempo que ni se acordaba ya. Fue casi desde el momento en el que le conoció. Eso fue ya hace un par de años a lo mejor.
Llego a este agujero de ratas con catorce años. El joven tenía unos veintiún años Había llegado al recinto de laboratorios inconsciente, y por alguna razón no se acordaba de los trece años que había vivido. Fue ver al joven y quedarse prendada. Y el modo en que la miraba al conocerla... Le gustaba acordarse de cuando en cuando para poder dormir bien y bloquear todo lo que la impedía conciliar le sueño.
Debía haberle confesado antes lo que sentía, antes de que le robaran la única persona que recordaba haber amado. 
Pero eso era pasado. Y ya no se puede cambiar lo que se ha hecho.
Se abre la puerta. Esta vez entra la colega de su actual científico. 
-Qué sorpresa más... Ehm... Grata, creo.-dice Luka con obvia bordería.
-Jaja, qué amable.-responde de la misma manera.- Escucha bien, que no lo voy a repetir más. Te voy a dar papel y lápiz, y vas a dibujar algo que te ha dejado marcada: cualquier suceso que sea. Hale, vamos, no me hagas perder el tiempo.
Luka le lanza una mirada asesina,  y coge de mala gana el material de dibujo. Se apoya en el suelo y comienza a dibujar. La mujer se ausenta un momento mientras la chica va dejando líneas oscuras en el papel.
***
-Trae eso. A ver...
En los pocos minutos que ella no estaba, a Luka le ha dado tiempo a hacer un dibujo razonablemente bueno, pero de significado oscuro. 
La escena muestra a una chica desmelenada, con la boca abierta en señal de grito, y con los brazos agarrándose el cráneo. Parece sufrir. A su alrededor fantasmas negros rondan flotando. Con sus garras semitransparentes parecen arañar levemente a la joven.
Mete el dibujo en su carpeta, y aunque no se los vea, tras sus gafas sus ojos muestran miedo. Mucho miedo. 
-¿A que te ha encantado?-dice Luka con voz guasona, evidentemente intentando molestarla.
-Es... Interesante.-replica. Si esa niñata intenta ponerla nerviosa, lo ha conseguido. Pero su orgullo no le permite decirlo.
-Usted estaba presente. Seguro que lo recuerda. Al fin y al cabo, me ayudó a llegar a este estado. ¿A que uno se siente feliz al realizarse?
Se gira. Su rostro muestra enojo evidente.
-Eres... Mira, paso de contestarte.
Luka sonríe pícara mientras la científica se marcha. Primer paso conseguido.
***
Ha sido otro día rutinario en el laboratorio: peleas, miradas, dosis de agujas, y algún que otro golpe con una regla en la nuca. Pero es de noche, y la ración de pan correoso con puré de las sobras al menos la han calmado el vacío del estómago, que encoge por momentos. Luces fuera. Pero ella es más lista y ha mangado un mechero en un momento de despiste. Lo enciende tras quemarse un par de veces el pulgar, e ilumina el cuaderno improvisado que desde hace más bien poco oculta de ojos curiosos. Lo abre. 
Sus páginas deterioradas muestran los más retorcidos aparatos de tortura jamás ideados, siempre atacando a la misma persona. Y en todas las páginas, un mismo mensaje: Te odio.
Piensa reclamar su venganza, lo que es suyo. Cuesten las vidas que cuesten.
PROXIMO CAPITULO:18 de abril.

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