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Monday, May 9, 2011

CAPITULO 8

Anda entre escombros, pero al fin el poco personal que ha sobrevivido ha conseguido controlar la situación. Los fluorescentes cuelgan del techo oscilando peligrosamente, y de vez en cuando caen y se rompen, y los que estaban alrededor se asustan. Hay caras cortadas y sangrando, y gimen pidiendo ayuda. Pero ni siquiera los científicos de allí consiguen reunir a la gente que falta. Parece que han perdido un importante porcentaje de gente.
En la sala de juntas (o lo que queda de ella), un corro de batas blancas discute sobre lo que ha pasado.
-Creía que la amenaza no iba en serio. Como se entere alguien de fuera, se nos acaba el chollo.-comentó un joven.
-Es importante que nadie se entere del desastre que ha sufrido el centro. Y emplee un vocabulario más culto, haga el favor.
-En mi opinión, deberíamos evacuar lo que queda a la otra base que tenemos.-dijo la mujer de las gafas.
-No habría tiempo. Los bomberos verán el humo, y seguro que alguien de los alrededores ha oído algo.
-¿Entonces qué otra alternativa propone usted, señor director?
El director se quedó pensativo antes de contestar. Cuando ascendió al cargo, no pensó en que se le avecinarían amenazas terroristas. -… ¿No podemos deshacernos de algunos especímenes? El sujeto 035 últimamente está dando problemas, según me han comunicado.
Al joven junto a la mujer de las gafas se le escapa un gemido, como si le dieran un puñetazo en el estómago. Tose para disimular, pero bajo su pelo sus ojos muestran miedo. Luka no…
-Eh… Señor director… Luk- esto, el sujeto 035, parece haberse tranquilizado. No está haciendo nada fuera de lo normal.
-¿Incluso cuando lo del quirófano? Eso sí fue violento.
-Parece que fue algo inesperado. Aunque parece resentida, creo que se está tranquilizando.
-Bueno, confío en usted, doctor Akira.
-Le he dicho que me puede llamar por mi nombre.
-Las informalidades en la calle. Que cada uno piense en una alternativa a estar todos perdidos.  Pueden irse.
Pero el joven se quedó atrás, junto con la mujer de gafas metálicas y el director.
-Me gustaría comunicarles… El sujeto 035 parece haberse dado cuenta de nuestro proyecto con clonaciones.
Ambos le miraron con pánico.
-¡No me jodas! ¡Vaya mierda!
-Señorita, ¿cuántas veces la he dicho que tengan un buen vocabulario?
-Perdone, pero es que parece de coña que seamos tan descuidados hasta con eso… ¿Sabe más?
-Aparte de que estaba viva antes de la explosión, porque la miró antes de la detonación… Espero que nada más.
-Hazte cargo de que se olvide de eso, que esté más ocupada con algo.
-Ya estoy en ello, señor director.
****
Sigue buscando alguna salida, o al menos algo de beber, para quitarle ese sabor a polvo mezclado con azúcar del hambre que tiene. Sus pies descalzos se quejan del dolor por los  diminutos cristales rotos que se le clavan. Va tocando las paredes rugosas, antes lisas, y que ahora se convierten en polvo al más mínimo contacto.
Va avanzando, y de repente oye algo que no son lágrimas ni gritos de dolor de mentes perdidas. Avanza cada vez más rápido hacia ese sonido: una voz humana, infantil, que… entona una canción.
Al fin encuentra a la persona que canta: una niña de unos ocho años, albina, que está encogida en una bola, sentada agarrándose las piernas mientras se mece adelante y atrás apoyada levemente en la pared del final de un corredor. De su boca salen unos extraños versos:
El final debía llegar
Aunque ya era de esperar.
Siempre ansié llegar
Al día en el que fundirme en la oscuridad.
Un día deseado por muchos
Desesperado por más.
Pero al final no podrán evitar
Una muerte lenta y tortural.
Se quedó mirando a la niña, que no para de cantar lo mismo una y otra vez infinitamente. Luka mira a los lados para ver si alguien la puede ayudar. Pero cuando vuelve a mirar hacia la niña, ésta ha desparecido.
PROXIMO CAPITULO: 16 MAYO (intentare hacerlo, pero empiezo con exámenes y tendre que estudiar más).

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